Esta entrada habla de algo de lo que siempre he querido comentar, pero, por culpa de mi cacao mental, siempre se me olvida.
Voy a hablar de los "benevolentes y magníficos" sindicatos.
Cuando a mi me dicen la palabra sindicatos en España, me viene a la cabeza sus dirigentes, y justo después la imagen de una huelga, supongo que como a mi esto le pasa a muchos Españoles, y que además los sindicatos estarán orgullosos de que un ciudadano de a pie les relacione con el poder de crear una huelga.
No obstante me vienen muchas más cosas a la cabeza: holgazanería, falta de solidaridad, falta de compromiso, avaricia, y la que más me repugna de todas: DEMAGOGIA.
Hace no mucho me sorprendió su actuación con el recién ascendido gobierno: cuando les dio la oportunidad de negociar con los descabellados y desalmados empresarios, ellos (los sindicatos) querían imponer todos sus intereses por encima de cualquier cosa, como si tuviesen una especie de Duende Mágico que les hace sabedores de toda la verdad y luchen por ella hasta tal punto que dan a creer que hablan con el mismísimo diablo (los empresarios) y que jamás entrara en razón.
Cuando acabaron su tiempo de negociaciones, en el que no hicieron absolutamente nada, mas que poner inconvenientes en todo momento, se escandalizaron enormemente diciendo que el obrero español estaba a merced del empresarios, reclamando algo así como: Ante todo, el obrero.
¡Milagro! he aquí cuando por primera vez les he oído hablar de lo que verdaderamente se supone que implica formar parte de un sindicato: defender al obrero ante los posibles abusos.
Queridos dirigentes, déjense de demagogias y vaguearías que hasta los jóvenes de 17 años se enteran de que no hay que hacer una huelga para salir de la crisis, sino que hay que mirar para delante y empujar todos juntos.
Si queréis respeto, respetad a todos los españoles.
Si de verdad queréis hacer algo bueno por vuestro país y vuestros pobres seguidores que tenéis machacados...
...¡Por favor! Ante todo COHERENCIA.
Voy a hablar de los "benevolentes y magníficos" sindicatos.
Cuando a mi me dicen la palabra sindicatos en España, me viene a la cabeza sus dirigentes, y justo después la imagen de una huelga, supongo que como a mi esto le pasa a muchos Españoles, y que además los sindicatos estarán orgullosos de que un ciudadano de a pie les relacione con el poder de crear una huelga.
No obstante me vienen muchas más cosas a la cabeza: holgazanería, falta de solidaridad, falta de compromiso, avaricia, y la que más me repugna de todas: DEMAGOGIA.
Hace no mucho me sorprendió su actuación con el recién ascendido gobierno: cuando les dio la oportunidad de negociar con los descabellados y desalmados empresarios, ellos (los sindicatos) querían imponer todos sus intereses por encima de cualquier cosa, como si tuviesen una especie de Duende Mágico que les hace sabedores de toda la verdad y luchen por ella hasta tal punto que dan a creer que hablan con el mismísimo diablo (los empresarios) y que jamás entrara en razón.
Cuando acabaron su tiempo de negociaciones, en el que no hicieron absolutamente nada, mas que poner inconvenientes en todo momento, se escandalizaron enormemente diciendo que el obrero español estaba a merced del empresarios, reclamando algo así como: Ante todo, el obrero.
¡Milagro! he aquí cuando por primera vez les he oído hablar de lo que verdaderamente se supone que implica formar parte de un sindicato: defender al obrero ante los posibles abusos.
Queridos dirigentes, déjense de demagogias y vaguearías que hasta los jóvenes de 17 años se enteran de que no hay que hacer una huelga para salir de la crisis, sino que hay que mirar para delante y empujar todos juntos.
Si queréis respeto, respetad a todos los españoles.
Si de verdad queréis hacer algo bueno por vuestro país y vuestros pobres seguidores que tenéis machacados...
...¡Por favor! Ante todo COHERENCIA.
