Yo fui voluntario en la JMJ y me atrevo a firmar que la experiencia vivida en la JMJ fue la mejor de todas.
La felicidad que había en el ambiente, era algo increíble. Antes de empezar nos habían dicho que ibamos a vivir una "fiesta de la Fe" y pensabas: "lo de fiesta no te lo crees ni tu, me voy a pasar todo el día trabajando". Sin embargo, todo resultó ser tal y como me lo dijeron: Fue llegar el primer día y ser feliz, y simplemente con ayudar a una persona ya estabas satisfecho con tu labor, pero no solo eso, si no que ademas me entraban más y más ganas de seguir ayudando.
Me acuerdo del segundo día, en el cual nos dieron mucho tiempo libre e íbamos con unas camisetas que no eran las de voluntarios. Yo iba con mi compañero de la JMJ y estábamos en el Retiro. Cuando nos tocaba ir a comer vimos a tres monjitas que iban cada una con dos bolsas muy pesadas. Yo las vi y me entraron ganas de ayudarlas, y, de repente, mi compañero, que me debió ver la cara, me dijo: "ni de coña Nacho, que estoy muerto de hambre". Yo le puse una cara de que iba ayudarlas viniese él o no. Debido a mis dotes de persuasión me acabo acompañando.
Conclusión: El sitio al que iban estaban muy lejos y nos pasamos andando 15 mins con las bolsas que pesaban; fuimos a comer una hora después
Moraleja: No ayudes que es malo y sobre todo si tienes hambre, ¡NO! Moraleja correcta: Ayuda, que es cuando alcanzas la felicidad.
Yo fui voluntario. ¿TÚ?
Ignacio G.
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